|
Frente a las corridas y fugas de capitales que las transacciones bursátiles expresan, el oro se convierte siempre en un “refugio” para el atesoramiento, lo que contribuye a la tendencia al alza de precios que manifiesta.
De este modo, desde hace unos diez años, el precio mundial del oro viene ascendiendo, ubicándose hoy (Julio 2004) encima de los U$$ 400 la onza troy (31.1 gr.) Las tres empresas productoras de oro mas grande del mundo son la Barrick Gold Corporation, la Anglo Gold y la Newmont Mining Corporation. Del 2000 en adelante se están generando enormes fusiones que concentran el capital en tres o cuatro empresas. Barrick se fusionó con Homestake. La Newmont se fusionó con la australiana Normandy y la canadiense Franco Nevada, pasando a manejar para 2002 reservas por 100 millones de onzas, produciendo 8 millones anualmente. Paralelamente los destinos de la inversión varían. Decaen en Canadá y Estados Unidos y apuntan hacia América Latina y África. En la misma época, la inversión total en minería a nivel mundial se calculaba en 98 mil millones de dólares según el RAW Materials de Estocolmo(4), de los cuales 29.000 millones entraría en América Latina en los próximos 5 años, ubicándola como zona preferida para la inversión, rezagando a África, Oceanía y Asia. 8.200 millones de dólares apuntarían a la construcción de nuevas minas fundamentalmente en Chile, Perú y Brasil. Un listado aproximado elaborado por el RAW indica que 7 proyectos apuntarían hacia Argentina, 4 a Bolivia, 8 a Brasil, 20 a Chile, 4 Costa Rica, 4 a Cuba, 25 a México, 3 a Venezuela y 1 ( para cada uno) a Panamá, Surinam, Colombia, Ecuador, República Dominicana y Honduras. De un total de 107 proyectos, 45 tendrían como producto principal el cobre y 49 al oro, sin olvidar otros subproductos potenciales.
|
1992 |
17 |
1993 |
42 |
1994 |
116 |
1995 |
297 |
1996 |
1104 |
1997 |
1788 |
*Fuente: “El sector minero argentino en 1997”. Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos. Secretaría de Industria, Comercio y Minería. Biblioteca de la Subsecretaría de Minería.
Igualmente se expresa este abrupto despegue de la inversión en la cantidad de metros perforados en exploración:
Año: Metros perforados:
1970-1992 (promedio anual) |
17.000 |
1996 |
160.000 |
*Fuente: Idem anterior
Asimismo en el período 1992-1999 la cantidad de empresas mineras trabajando en el país crece de 4 a 80, entre las que se cuentan desde algunas de las mas grandes del mundo como Barrick, Homestake, Rio Tinto, hasta otras de pequeña y mediana envergadura conocidas como “junior”, principalmente de origen canadiense, entre las que se cuenta Meridian Gold. Las “junior” canadienses hicieron punta en la exploración, junto con un número de empresas pequeñas, muchas de ellas de capitales nacionales, que se ocuparon de los tramos de exploración para luego vender los derechos de explotación a mineras mayores. Esto ha sucedido para el caso de “El Desquite”, como veremos mas adelante y parece ser el derrotero habitual de este tipo de inversión para el caso argentino.
En el mismo período 1992-1999 las exportaciones del sector minero crecieron de U$$ 16 millones a U$$ 705 millones. La acumulación de inversión estimada en el sector minero se visualizaba de la siguiente forma:
Acumulación de inversión estimada para el sector minero en etapa productiva (estimación de 2001 en millones de dólares)*
Año: |
Estimación inversión acumulada: |
1994 |
23 |
1997 |
1490 |
2000 |
1975 |
2003 |
2709 |
2006 |
5932 |
*Fuente: “Diez razones para invertir en minería argentina”. Guía de inversiones de la Subsecretaría de Minería del Gobierno de Nación. 2001
Las estimaciones en cuanto a porcentajes en exportaciones auguraban un paso del 5% representado por la producción minera en 1994 a un 73% en 2006. Indudablemente estas cifras han de haberse visto alteradas en el curso de estos pocos años transcurridos; sin embargo dan cuenta cabal de la magnitud de los procesos puestos en movimiento tanto para el estado como para el sector minero en ese momento. El salto cualitativo y cuantitativo realizado a partir de 1992 demuestra ser gigantesco aún cuando eventualmente no se alcancen los casi 6 billones de dólares esperados para 2006.
Fundamentalmente esta acumulación resulta de la suma de inversiones estimadas para distintos proyectos de explotación que se encontraban en 2001 en distintas fases de desarrollo. Recordemos que ya se encontraban funcionando para entonces Cerro Vangurdia, con una producción de oro superior a las 30 toneladas anuales además de plata en Santa Cruz; Bajo de la Alumbrera, que produce oro y cobre en Catamarca (cuyo producto sin refinar se envía a través de un mineraloducto hasta Tucumán, donde se lo trata y se lo envía nuevamente hacia Santa Fé, desde donde sale al exterior por vía fluvial). Así encontramos ampliaciones a proyectos que ya se encontraban funcionando (como Bajo de la Alumbrera o Cerro Vanguardia, que ya habían representado una inversión multimillonaria, en especial el primero) y otros en etapa de factibilización o pre-factibilidad. El siguiente cuadro está extraído literalmente de la guía de inversiones antes citada:
Mina |
Mineral |
Inversor |
Período |
Inversión estimada (en U$$ millones) |
|
|
|
|
|
Bajo de la Alumbrera |
Cobre-Oro |
MIM, BHP, Billiton |
2002 |
40 |
Cerro Vanguardia |
Oro-Plata |
Minorco, Perez Companc, Estado de Santa Cruz |
2002 |
20 |
Aguilar |
Plomo-Zinc |
Minera Aguilar |
2002 |
15 |
Salar del Hombre Muerto |
Litio |
FMC Lithium Corp |
2002 |
7 |
|
|
|
|
|
Agua Rica |
Cobre-Oro |
BHP, GM Aconcagua |
2005-2007 |
975 |
Pascua Lama** |
Oro |
Barrick |
2005-2007 |
840 |
El Pachón |
Cobre-Molibdeno |
Noranda |
2005-2007 |
650 |
Potasio Río Colorado |
Potasio |
Minera Tea |
2003-2004 |
350 |
Pirquitas |
Estaño-Plata |
Sunshine Argentina |
2004-2006 |
200 |
Manantial Espejo |
Oro |
Triton |
2005-2007 |
150 |
San Jorge |
Cobre-Oro |
GM Aconcagua |
2002-2003 |
110 |
|
|
|
|
|
Veladero |
Oro |
Barrick, Homestake |
2002-2004 |
500 |
Diablillos |
Oro-Plata |
Pacific Rim |
2004-2006 |
200 |
Cordón Esquel |
Oro |
El Desquite |
2002-2004 |
110 |
Total |
|
|
|
4167 |
*Muchos de los proyectos mencionados
en este cuadro no están a nombre de su definitivo concesionario. Sin ir mas
lejos el “Cordón Esquel” figura a nombre de “El Desquite S. A.”, que es en
realidad una subsidiaria local de Meridian Gold. Sospecho que no es el único
título en esta lista que presenta este problema. Esto reduciría la
importancia de aquel número de 80 empresas funcionando en el país, dado que
en realidad los inversores son, en concreto, bastantes menos. Se relaciona
con la dinámica antes señalada de que las empresa que hacen la exploración
en el campo en las primeras etapas suelen luego vender los derechos de
concesión al verdadero encargado de la explotación.
Asimismo puede haber inexactitudes en cuanto a los plazos. Sin embargo este
cuadro expresa el avance de los cateos y el interés en la concreción de las
explotaciones desarrollado por el sector minero y fomentado por el estado.
**Esta es la inversión considerada en territorio argentino. Pascua Lama es un proyecto que abarca explotación tanto del lado argentino como del lado chileno de la cordillera. Forma un complejo con el proyecto Veladero, ubicado en la provincia argentina de San Juan. En realidad la primera explotación en concretarse sería este último, prevista por la Barrick Gold Corporation para 2006. Pascua Lama comenzaría a producir en 2008. (Panorama Minero, Octubre de 2002)
Ciertas actitudes expresan la actitud del estado hacia estos procesos. En primer lugar, es esencial la liberación de numerosas áreas para la exploración. Hacia 2001, un total de 750.000 km2 estaban abiertos a la exploración. De este terreno sólo 148.670 km2, es decir un 25%, habían sido efectivamente prospectados.
Pero a la vez el desarrollo de distintos proyectos mineros en el país implica, a fin de hacer rentable la explotación, la consolidación de una infraestructura importante que el estado argentino se apresuró a encarar desde los años ’90.
En primer lugar se gesta una articulación entre las empresas (privatizadas) de producción de energía y las minas. Los emprendimientos mineros son grandes consumidores tanto de energía eléctrica como de gas, con lo que se hacía necesario garantizar su abastecimiento. El “Gasoducto de la Puna” responde a estos intereses entre otros, en particular en lo relativo a las minas de Pirquitas y Salar del Hombre Muerto. Asimismo el carácter de consumidor mayorista de energía ofrece a las minas precios bajísimos tanto en gas como en electricidad, con réditos para las concesionarias del Sistema Interconectado.
Paralelamente están en vía de pavimentación a través de fondos nacionales 500 km. de la Ruta Nacional 40 que unen San Juan, La Rioja, Catamarca y Mendoza; es decir la zona mas explorada y en la que mas inversión minera se concreta a través de La Alumbrera, Salar del Hombre Muerto, y los proyectos de Agua Rica, Veladero y Pascua-Lama. Se contempla también para la misma zona el mejoramiento del Ferrocarril Belgrano, con una inversión subsidiada de 250 millones de dólares y la construcción de una línea de transmisión eléctrica de 500 MW llamada específicamente “Línea Minera” para abastecer los proyectos ubicados en los tramos de Gran Mendoza- San Juan- Rodeo y La Rioja,- Recreo. Esta línea implicaría 150 millones de dólares de inversión.
En segundo lugar, no por eso menos importante, la estructura del sector público en lo referido a minería sufrió profundas transformaciones, articuladas fundamentalmente a través de un plan llamado PASMA (Programa de Apoyo al Sector Minero Argentino) diseñado y financiado por el Banco Mundial. El PASMA, que llevaba ya en 2001 10 años de implementación, se encontraba entonces en su segunda etapa, ya cerca de su conclusión. Según la Secretaría de Minería, ha provisto al sector público de:
-“Equipamiento e
infraestructura de primer nivel (software, hardware, vehículos, unidades de
control ambiental, etc.)
-Capacitación en la aplicación de regulaciones nacionales, especialmente
aquellas referidas a temas catastrales y ambientales
-Sistemas de información gerencial modernos, para mejorar las comunicaciones
con el Gobierno Nacional, depositar información provincial y manejar
información catastral y ambiental para cada provincia. Esta información será
publicada on-line en el corto plazo” (12).
En realidad lo que ha hecho es poner a la estructura estatal completa y gratuitamente al servicio de los inversores mineros. El ejemplo mas cabal de esto es el SEGEMAR (Servicio Geológico Minero Argentino). Constituido en 1996 a través de la fusión de la Dirección Nacional del Servicio Geológico, el Instituto Nacional de Tecnología Minera y otras instituciones hoy desvinculadas, el SEGEMAR se ha dedicado fundamentalmente a la confección del Mapa Geológico de la Argentina, determinando la estructura mineral del territorio de modo que ninguna decepción frustre las inversiones privadas en exploración. Este valiosísimo saber que el estado está produciendo está directamente puesto al servicio los capitales mineros.
La Dirección Nacional de Minería, al mismo tiempo, se encarga tanto de la aplicación de la normativa minera como de la asistencia a los productores y la gestión de oportunidades de inversión en explotación e infraestructura.
Sumadas a la batería legal que antes reseñábamos, estas acciones alimentaron la perspectiva de la minería como política de estado, que comienza a ser un lugar común de reclamo para el sector minero, junto con la seguridad jurídica.
En ocasión del Seminario “Oro Argentina 2002” organizado por la revista Panorama Minero en Buenos Aires, un conjunto de voces del sector minero se refirió a estos puntos, particularmente preocupado por la crisis económica desatada en 2001 y en defensa del marco legal que regula su actividad. Estos son algunos ejemplos:
“...el Dr. Roberto Cacciola señaló también que la minería en el país representaba una comunidad de ideas por la estrecha relación que existe entre el sector público y el privado, pero que lamentablemente no pueden llegar a coincidencias. Lo cierto –dijo- es que Argentina ha desandado el camino y ha castigado la inversión. Dijo que era necesario restablecer la confianza y tomar conciencia de la responsabilidad que compete a todos los que trabajamos en el sector...” Roberto Cacciola, Director financiero de Minera Aguilar S.A.
Según estos argumentos, además, la inseguridad juega en detrimento de la inversión y por ello incrementa el poder de la crisis.
“...la previsibilidad es un factor fundamental para el inversionista, que está en la ley, para estimular y promover la minería. La pregunta es ¿por qué no se la respeta, entonces? Esta es una tremenda debilidad que tiene el país, no solamente en la minería, sino también en distintas actividades industriales y hasta con las personas, que debe ser superada si queremos que realmente haya inversiones...” Walter Schemale, Director de Cerro Vanguardia S.A.
“...es muy importante resaltar en esta oportunidad la seguridad jurídica, no solamente en las leyes nacionales, sino a nivel provincial, donde las direcciones de minería juegan un rol importante. Todos sabemos que en minería el único activo que respalda la inversión que se realiza es la seguridad de que las propiedades les pertenecen...” Gonzalo Tanoira, Gerente General de Patagonia Gold, ex encargado de relaciones públicas de Minera El Desquite.
Señalan también la creciente conciencia que el sector expresa con respecto a las condiciones en que quiere trabajar.
“...creemos firmemente que la comunidad minera argentina está lo suficientemente fuerte para como para indicarle al gobierno que este no es momento de aventuras ni de cambiar ninguna regla de juego. Vivimos un momento de alta inestabilidad, el riesgo país altísimo, falta de previsibilidad y, lo que no se dice, es que hemos perdido significativamente competitividad internacional para traer inversiones en minería, pero debemos decir que tenemos una ventana grande de oportunidades...” Dr Jorge Patricio Jones, Director de Deprominsa, del Grupo Lundin. Distinguido como el “empresario minero de la década” por Panorama Minero. El destacado es mío.
“... la minería tiene que ser una política de estado, como tal debe perpetuarse y debe garantizar a los inversores el marco adecuado y necesario para llevar adelante este tipo de inversiones a largo plazo...” Dr. Julián Rooney, Vicepresidente de Minera Alumbrera Limitad. Panorama Minero Nro. 277, Noviembre de 2002.
De forma muy significativa Hernán Celorrio, presidente de Barrick Exploraciones Argentina y de MAGSA S.A., señalaba con una lucidez superior a la de sus colegas que la verdadera preocupación no pasaba por modificaciones puntuales a las leyes mineras, sino por un contexto favorable a esos capitales para su desenvolvimiento en condiciones concretas.
“...Estamos acostumbrados a pensar que la política minera del estado depende de una decisión legislativa y de apreciaciones del Poder Ejecutivo. Y en realidad este espectro es mucho mas amplio. Aquí lo que las empresas estamos sufriendo son embates contra la seguridad jurídica, sobre todo en los últimos meses, y sabemos que mucho mas que las medidas tomadas en el mas alto nivel del gobierno, decisiones administrativas de menor jerarquía formal pero de mayor contundencia real son las que muchas veces afectan tremendamente dañando en el momento y sobre todo en perspectiva, adecuadas políticas de estado...”
“...cuando de política minera se trata, es la política de estado en su conjunto, incluso decisiones tomadas en otras áreas que tienen esporádica participación cotidiana con la minería, pero que tienen relación con la política de estado. Lo vemos muy presente hoy en las decisiones judiciales. A nadie se le escapa que en materia cambiaria, realmente, definiciones judiciales alteran tremendamente perspectivas políticas que, con mayor o menos acierto, decidieron quienes ejercen la representación pública...”
“...asociamos normalmente el concepto de buena política de estado al concepto de estabilidad, cuando en realidad lo que interesa no es tanto la estabilidad en sí sino la continuidad. (...) Quizá nos preocupamos demasiado por la seguridad jurídica formal y nos olvidamos que lo que importa en realidad es una continuidad que suponga un adecuado realismo en la política de estado, conforme y de acuerdo a las circunstancias que se van produciendo...”
Pero sobre todo haciendo hincapié en la formación de un sector asociado, con estrategias comunes para hacer frente a amenazas a la rentabilidad del sector. Sería interesante indagar este aspecto a la luz de la conformación de conciencia de una fracción de clase.
“...¿qué exige tal continuidad? Creo que no tanta desesperación por elementos puntuales sino mayor preocupación por las líneas maestras de una política. Y estas líneas maestras no están para satisfacer una definición empresarial, sino para satisfacer una definición de conjunto –por eso hago tanto hincapié en el concepto de comunidad minera- lo que va a permitir que la empresa, en el desarrollo de su emprendimiento, tenga el éxito adecuado. No el éxito de primera instancia, sino la proyección en el tiempo...” (El resaltado es mío.)
Y considera lúcidamente los factores esenciales que garantizan el funcionamiento de la minería capitalista:
“...En algunas instancias del contexto económico mundial basta para ello un adecuado marco legislativo. En otros es indispensable generar las condiciones macroeconómicas básicas que lo habiliten. Estoy acostumbrado a reiterar las cuatro o cinco leyes claves como básicas, pero que en realidad las leyes fundamentales fueron las que generaron la creación de una macroeconomía sostenida, donde se insertaron las leyes mineras. Dicho en otros términos, la estabilidad que hay que buscar es la que se refiere a ese conjunto macroeconómico. Evidentemente, si las variables macroeconómicas se han alterado sustancialmente, no queda otra alternativa que, para asegurar una adecuada política minera que ir, a su vez, adecuando el marco jurídico de acuerdo a aquellas circunstancias...”
Por su parte, en el mismo seminario, el Ingeniero Jorge Mayoral, Subsecretario de Minería de la Nación señaló:
“...es por eso que el compromiso de nuestra gestión, y eso han debido escucharme decir muchas veces, se cimenta en la defensa irrestricta y en el respeto por las condiciones mediante las cuales los inversores decidieron invertir en nuestro país y nuestro estado les fijó reglas que nosotros deseamos que se respeten.”
Lo que no hace mas que verbalizar una actitud que el estado nacional acompaña con hechos.
De esta manera entonces estaríamos en condiciones de afirmar que la inversión en la llamada “Gran Minería”, es decir la concentrada en oro, plata y cobre, es un proceso que se inserta en la economía argentina de la mano del desarrollo de tendencias profundas que articulan las especificidades de la formación económico-social concreta de la Argentina con los ciclos de la economía mundial.
Efectivamente, la producción minera a nivel internacional atraviesa un período de concentración y tecnificación, a la vez que se interesa por desarrollar inversiones en zonas tradicionalmente alejadas de este tipo de producción, como ciertas regiones de América Latina de las cuales Argentina es un excelente ejemplo.
Sumado a esto, las tendencias que manifiesta la estructura socio-económica argentina también remiten a un proceso de concentración de la riqueza apuntando a los sectores hegemónicos, que da lugar al ascenso de ciertas alianzas de capitales financieros que emergen como fracción dominante después de la dictadura de los ‘70s y la realización de estos procesos en las décadas subsiguientes. Estos capitales no son ajenos a la inversión minera, sino que están directamente involucrados en ella. De modo que es falaz una distinción entre “capitales nacionales” y “capitales extranjeros” a la hora de entender estos fenómenos, puesto que justamente, los grupos económicos y conglomerados que se hacen fuertes a través de este proceso actúan aliados y buscando los mismos objetivos, aún cuando fruto de la competencia puedan oponerse entre sí. La inversión en minería no es un proceso privativo de empresas extranjeras, como bien prueba el caso de Perez Companc. Aunque el componente “nuevo” extranjero sea importante, participan también los grupos económicos y conglomerados que se concentran y benefician a través del modelo de acumulación desde 1976, que son tanto de origen nacional como extranjero.
En el marco de este modelo de acumulación, el sector minero goza de ventajas impositivas, facilidades para la exploración y producción, infraestructura en desarrollo financiada por el estado y un sector institucional que articula organismos especializados en favor de los capitales mineros.
A la vez se genera una nueva transferencia de recursos al ceder la explotación de los minerales preciosos (y otros no preciosos pero estratégicos, como los nucleares) a los capitales privados en condiciones que constituyen directamente una estafa a los sectores populares que son, en definitiva, sobre quienes recae el peso de estas acciones. Esto indica, a la vez, que los señalados procesos de repulsión de la población de los espacios sociales que ocupaba y de proletarización y pauperización actúan claramente en estos contextos. Cuando se superponen necesidades, especialmente en el ámbito territorial, entre la minería y la población, la propia legislación tiende a garantizar los derechos de las empresas mineras. De la misma manera puede entenderse todo este proceso, como una privatización de los recursos naturales.
Como señalaba el propio Hernán Celorrio, de Barrick Argentina, la dinámica macroeconómica fue y es el principal fundamento en que se basa la inversión minera. No se trata simplemente de una cuestión coyuntural, sino de una inserción profunda en las dinámicas socioeconómicas del país.
En este nivel de análisis, que guarda una perspectiva de alcance nacional, el proceso de inversión en minería se inserta en el mismo proceso económico, social y político que, por ejemplo, las privatizaciones de empresas públicas. Lo que señala que también se edifica, como la actual democracia, sobre la derrota histórica del campo popular, derrota que ha sido una condición necesaria para el establecimiento del actual modelo de acumulación. De una manera mucho mas silenciosa que otros estridentes procesos que han tenido lugar desde 1976, el sector minero apunta a convertir a la minería argentina en fuente de sus ganancias, basadas en el saqueo, la destrucción y la explotación.
Notas
1. Le Mondé
Diplomatique, Marzo de 2004.
2. Http:
www.gold.org
3. World Gold Council, http:
www.gold.org
4. Panorama Minero Nro 270, Abril de 2002.
5. Este parágrafo se basa fundamentalmente en los trabajos de PIMSA
(Programa de Investigación sobre el Movimiento de la Sociedad Argentina),
dirigido por Nicolás Iñigo Carrera.
6. “¿Qué crisis?”, en Razón y Revolución número 9; otoño de 2002.
7. “Acerca de la naturaleza de la deuda externa y la definición de una
estrategia política”, Eduardo Basualdo, Papeles de Investigación de Página
12, Agosto de 1999.
8. Conferencia brindada en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) el 16 de
Octubre de 1987.
9. Diez razones para invertir en minería argentina. Guía de
inversiones de la Subsecretaría de Minería de la Nación, 2001. El destacado
es mío.
10. Para 2001 casi todas las provincias del país habían adherido a la
legislación nacional sobre regalías. La Rioja ni siquiera las cobra. En
Chubut el estado provincial hubiera cobrado al Proyecto Esquel un 2% del
valor de boca de mina y le hubiera reintegrado un 5% de valor en el mercado
gracias a la legislación de reintegros por exportación por puertos
patagónicos.
11. Conferencia PDAC en Canadá, informe de la Secretaría de Minería de la
Nación, 10/03/2004.
12. La página web de la Secretaría de
Minería de la Nación incluye un pop-up que ofrece una línea telefónica 0810
para inversores mineros.
Bibliografía:
ANDERSON, Perry:
“Dictadura y democracia en América Latina”. Desgrabación de la
Conferencia pronunciada en la Carrera de Sociología de la UBA, 16 de
Octubre de 1987.
BASUALDO, Eduardo: “Economía y genocidio”. En, Mara Lamadrid y Juan
Gelman (comp.), Ni el flaco perdón de Dios. Buenos Aires, Planeta,
1997.
BASUALDO, Eduardo: Acerca de la naturaleza de la deuda externa y la
definición de una estrategia política. Buenos Aires, Papeles de
Investigación, Pagina/12-UNQ, 1999.
BOURDIEU, Pierre: “Respuestas por una antropología reflexiva”.
Introducción al seminario de la E. E. S. en Ciencias Sociales. París,
1987.
IÑIGO CARRERA, Juan: “¿Qué crisis?”. En, Razón y Revolución
Nro. 9, Agosto de 2002.
IÑIGO CARRERA, Nicolás; COTARELO, María Celia: “Las
estructuras económico-sociales concretas que constituyen la formación
económica de la Argentina”. En PIMSA,
Documentos y comunicaciones 1999. Buenos Aires, La Rosa Blindada, 1999.
IÑIGO CARRERA, Nicolás y PODESTÁ, J.: “Las nuevas condiciones de
la disposición de fuerzas objetiva. La situación del proletariado”. En
PIMSA, Documentos y Comunicaciones 1997. Buenos Aires.
MANDEL, Ernest: La crisis del dólar. Buenos Aires, Ediciones del
Siglo, 1973.
MARÍN, J. C.: Conversaciones sobre el poder. Buenos Aires, CBC -
Facultad de Ciencias Sociales (UBA), 1995.
MARÍN, J. C.: “La república fraudulenta. El entramado de la ilegitimidad
política”. En, Revista Logos, Junio de 2001, Buenos Aires.
SHAIK, Anwar: Valor, acumulación y crisis. Tercer Mundo Editores.
-“El
Sector Minero en Argentina 1996”. Informe de la Subsecretaría de
Minería de la Nación, Ministerio de Economía.
-“Diez razones para invertir en minería
argentina”. Guía de inversiones de la Subsecretaria de Minería,
Ministerio de Economia.
-Suplemento del “Mining journal”, Domingo 6 de setiembre de 1992.
-Revista “Panorama Minero”. Números 221, 268, 270, 277; Febrero de
1998 a Noviembre de 2002.
-Informe sobre la
Conferencia PDAC en Canadá,
informe de la Secretaría de Minería de la Nación, 10/03/2004
-Página web del World Gold Council,
www.gold.org
-Le Mondé Diplomatique, Marzo de 2004.
Portada/Cover
Editorial
Contenido/Contents
Instrucciones para los
autores /Instructions for Authors
Consejo Editorial/Editorial Board
Theomai: palabra de origen griego que
significa ver, mirar, contemplar, observar, pasar revista, comprender, conocer
|